¡SEGUNDA TAREA!
Los amigos Perro y Gato
(Narrador) Había una
vez, una familia que vivía en Lastres, un pueblo pequeñito pero precioso de
Asturias. Les encantaban los animales, y un día decidieron comprarse un perro y
un gato, para que viviesen con ellos. A
Perro y a Gato les encantaba su hogar, sus dueños les cuidaban mucho y, además,
les dejaban salir a jugar al bosque, siempre que no volviesen tarde. Un día
Perro le propuso un gran plan a Gato:
- Perro: ¡Gato, Gato! El otro día estuve hablando con el Ratón
y me dijo que hay un sitio en el bosque muy grande para que juguemos todos al
escondite. ¿Te apetece que vayamos luego?
(Narrador) Y Gato
le respondió:
- Gato: ¡Genial! Me apetece muchísimo, así podemos ver a
todos nuestros amigos. Pero Perro tenemos que ir juntos, por favor, que sino me
da un poco de miedo.
(Narrador) Gato y
Perro, después de comer, salieron de casa dirección el bosque para jugar.
Cuando llegaron ya estaban todos los amigos. Y Perro propuso una cosa para
ayudar a Gato:
- Perro: Chicos, como somos un montón, podríamos jugar al
escondite por parejas y para que los que liguen no tengan ventaja, pondremos de
norma que vayan siempre de la mano. ¿Os parece buena idea?
(Narrador) A todos
les pareció genial porque así podrían pensar mejores escondites y ayudarse para
pillar a todos. Gato muy contento agarró a perro de la mano y, después de darle
las gracias, le dijo:
- Gato: Ya sé donde podemos escondernos, pero tenemos que
correr muy rápido porque es detrás de aquellos matorrales, ahí seguro que no
nos ven.
(Narrador) De fondo
se empezó a oír contar a Ardilla y todos los jugadores empezaron a correr
buscando el mejor escondite. Pero, cuando Perro y Gato llegaron a su escondite,
tuvieron un pequeño problema. Estaba ahí dormido Jabalí, un animal con muy mal
carácter y que cuando le despertaban sacaba lo peor de él. Perro y Gato tuvieron la mala suerte de
despertarle y Jabalí se puso a gritarles muy enfadado. Gato empezó a tener
miedo y se puso a gritar:
- Gato: ¡No por favor, no nos hagas daño!
(Narrador) Pero Perro
le tranquilizó:
- Perro: Tranquilo Gato, ha sido sin querer, solo tenemos
que decírselo y ya verás cómo se le pasa.
(Narrador) Pero a
Jabalí no se le pasaba, seguía gritando mucho. El resto de animales que estaban
jugando al escondite se empezaron a acercar para ver qué pasaba y ayudar a sus
amigos. Pasados unos minutos Perro cogió aire, se puso muy recto y decidió
plantar cara a Jabalí diciéndole:
- Perro: Jabalí basta ya, no tienes que gritarnos así porque
te hayamos despertado. Además, ha sido sin querer y te queremos pedir perdón,
pero tú no puedes enfadarte tanto, nos has dicho cosas muy feas y deberías
también solucionarlo.
(Narrador) El resto
de animales dieron la razón a Perro, Jabalí por muy mal humor que tuviese no
podía comportarse así siempre. Después de un rato de conversación con Jabalí,
consiguieron que entrase en razón y pidió perdón por sus malas formas. Gato,
que ya se había tranquilizado, tuvo una gran idea:
- Gato: Chicos Jabalí jugará al escondite también, y si le
parece bien, ira en el equipo de Perro y mío. ¡Será divertido, ya veréis!
(Narrador) A todos
los animales, incluido Jabalí, les pareció genial y comenzaron de nuevo a jugar,
pero antes de volverse a esconder, Gato abrazo muy fuerte a Perro para
agradecerle todo lo que había hecho por él. Y colorín colorado, este cuento se
ha acabado.
Hola soy Saúl. https://drive.google.com/a/salesianosatocha.es/file/d/0ByD3N8P3St2kd0YxVzQtLXdmb0U/view?usp=drivesdk
ResponderEliminar¡Hola Saúl!
EliminarPerdón por tardar tanto en contestarte, pero como ya os conté he tenido problemas para poder escuchar la grabación.
Me ha gustado mucho como has leído el cuento, has entonado muy bien las voces de los personajes, sobre todo cuando estaban contentos.
Leer es una de las mejores aficiones que existen, porque, no olvides nunca que, un libro es una de las cosas más valiosas que podemos encontrar.
Atentamente, Marta.